sábado, 17 de mayo de 2025

DESPIERTA TU PODER EMOCIONAL: UN VIAJE AL AUTOCONOCIMIENTO.

 Por:Noslen Herrera

Introducción: Descifrando el Enigma de las Emociones

Imagina que te encuentras en medio de una tormenta emocional: la ira bulle en tu interior, la tristeza te ahoga en sus profundidades, o quizás la alegría te eleva a alturas insospechadas. En estos momentos, ¿alguna vez te has preguntado si realmente comprendes lo que estás sintiendo? ¿Si sabes cómo gestionar esa tempestad interior? ¿O si, simplemente, tienes inteligencia emocional?

Esta es precisamente la pregunta que Manel Güell Barceló plantea en su fascinante obra "¿Tengo Inteligencia Emocional?", publicada en 2013 por la editorial Paidós. Un libro que, a través de 30 preguntas incisivas y 29 respuestas fundamentadas, nos invita a un viaje de autoconocimiento emocional tan profundo como revelador.

En este artículo, emprenderemos una exploración detallada de la obra de Güell, desvelando sus ideas fundamentales y complementándolas con investigaciones científicas recientes que confirman y amplían sus postulados. Prepárate para adentrarte en el complejo pero apasionante mundo de las emociones, donde descubrirás que, tal vez, la inteligencia que realmente importa no es la que mide un test de coeficiente intelectual, sino aquella que nos permite navegar con éxito por el océano de sentimientos que constituye nuestra vida diaria.

El Mapa de las Emociones: Estructura y Propósito del Libro

Manel Güell, formador, consultor y coach con una extensa trayectoria, estructura su obra "¿Tengo Inteligencia Emocional?" de manera que resulta accesible y práctica para cualquier lector interesado en comprender mejor sus emociones. El libro está organizado en forma de preguntas y respuestas, un formato que invita a la reflexión personal y permite al lector abordar los temas en el orden que prefiera, según sus intereses o necesidades del momento.

Entre las 30 preguntas que Güell plantea, encontramos interrogantes fundamentales que la mayoría de nosotros nos hemos hecho alguna vez: ¿Hay emociones positivas y emociones negativas? ¿Dónde están las emociones? ¿Influyen las emociones en la toma de decisiones? ¿Se pueden educar las emociones? ¿Tienen emociones los animales? ¿Es lo mismo una emoción que un sentimiento?

La estructura del libro refleja un profundo trabajo de síntesis que aúna diversas orientaciones psicológicas y humanísticas, todas ellas basadas en el pensamiento racional, el rigor científico y la demostración de hipótesis. Güell no se limita a teorizar sobre las emociones; va más allá, ofreciendo estrategias y recursos prácticos para mejorar nuestra inteligencia emocional en el día a día.

Una de las características más interesantes de esta obra es que Güell responde a 29 de las 30 preguntas planteadas. La última, que da título al libro, queda deliberadamente sin respuesta. El autor nos invita a que, tras haber leído y asimilado el contenido, seamos nosotros mismos quienes respondamos: "¿Tengo inteligencia emocional?" Un ejercicio final de autoevaluación y reflexión que cierra magistralmente el círculo del aprendizaje emocional propuesto.

Las Raíces de un Concepto: ¿Qué es la Inteligencia Emocional?

Antes de adentrarnos en las respuestas específicas que Manel Güell ofrece en su libro, es fundamental comprender el concepto de inteligencia emocional y su evolución histórica, algo que el autor aborda con claridad en los primeros capítulos de su obra.

El término "inteligencia emocional" fue acuñado formalmente en 1990 por los psicólogos Peter Salovey y John Mayer, quienes la definieron como "la habilidad para monitorear las propias y las emociones de los demás, para discriminar entre ellas y para usar la información para guiar los pensamientos y acciones". Sin embargo, fue Daniel Goleman quien, en 1995, popularizó el concepto con la publicación de su bestseller "Inteligencia Emocional", desencadenando una revolución en la forma de entender la inteligencia humana.

Güell explica en su libro cómo este concepto supuso un cambio de paradigma en la psicología, al cuestionar la supremacía del coeficiente intelectual (CI) como predictor del éxito en la vida. Como señala un estudio reciente publicado en la revista Asana (2025), citando a Goleman: "Mi investigación, junto con otros estudios recientes, muestra claramente que la inteligencia emocional es la condición sine qua non del liderazgo. Sin ella, una persona puede tener la mejor preparación del mundo, una mente incisiva y analítica, y un sinfín de ideas inteligentes, pero aun así no será un gran líder".

El modelo de inteligencia emocional de Goleman, que Güell analiza detalladamente en su obra, se basa en cinco componentes esenciales:

  1. Autoconocimiento emocional: La capacidad de reconocer y entender nuestras propias emociones, así como su impacto en nuestro comportamiento.

  2. Autorregulación: La habilidad para controlar o redirigir impulsos y estados de ánimo disruptivos.

  3. Motivación: La pasión por trabajar por razones que van más allá del dinero o el estatus.

  4. Empatía: La capacidad de entender las emociones de los demás.

  5. Habilidades sociales: La capacidad para encontrar puntos comunes y construir relaciones.

Estos cinco componentes, que Güell desarrolla y explica a través de ejemplos concretos en su libro, constituyen la base de lo que hoy entendemos como inteligencia emocional. Un concepto que, como veremos más adelante, ha sido respaldado y enriquecido por investigaciones científicas recientes.

Las Preguntas que nos Definen: Explorando las Respuestas de Güell

A lo largo de su obra, Manel Güell aborda una serie de preguntas fundamentales sobre las emociones y la inteligencia emocional. Analicemos algunas de las más significativas y veamos cómo las respuestas del autor se entrelazan con investigaciones científicas actuales.

¿Hay emociones positivas y emociones negativas?

Esta es una de las primeras cuestiones que Güell plantea, desafiando la clasificación tradicional de las emociones. El autor explica que, desde una perspectiva evolutiva, todas las emociones cumplen una función adaptativa y, por tanto, son necesarias.

Según Güell, lo que solemos llamar "emociones negativas" (miedo, ira, tristeza) no son inherentemente malas, sino que pueden resultar desadaptativas dependiendo de su intensidad, duración y contexto. Por ejemplo, el miedo es fundamental para detectar amenazas y protegernos, pero cuando se vuelve desproporcionado o injustificado, puede convertirse en un problema.

Investigaciones recientes confirman esta visión. Un estudio publicado en 2023 en la revista Escritos de Psicología señala que la gestión adecuada de todo el espectro emocional, incluidas las tradicionalmente consideradas como "negativas", está relacionada con una mejor salud mental y bienestar general. Este estudio subraya que no se trata de suprimir ciertas emociones, sino de aprender a reconocerlas, comprenderlas y gestionarlas adecuadamente.

¿Dónde están las emociones?

Güell dedica un capítulo fascinante a esta pregunta, explorando los fundamentos neurobiológicos de las emociones. El autor explica cómo el cerebro procesa las experiencias emocionales, destacando el papel del sistema límbico (especialmente la amígdala) y su interacción con el neocórtex.

El autor destaca que las emociones no "están" simplemente en el cerebro, sino que implican una compleja interacción entre procesos cognitivos, fisiológicos y conductuales. Cuando experimentamos una emoción, nuestro cuerpo entero reacciona: el ritmo cardíaco puede acelerarse, las pupilas dilatarse, los músculos tensarse, etcétera.

Investigaciones recientes en neurociencia afectiva han respaldado y ampliado esta visión integradora de las emociones. Un estudio publicado en 2024 en la revista CESUMA ha demostrado que las emociones implican circuitos neurales distribuidos por todo el cerebro, incluyendo áreas relacionadas con la cognición, la memoria y el procesamiento sensorial, confirmando así la visión holística que Güell propone en su libro.

¿Influyen las emociones en la toma de decisiones?

Esta es quizás una de las preguntas más relevantes que Güell aborda, dado el impacto práctico que tiene en nuestra vida cotidiana. El autor desafía la tradicional dicotomía razón-emoción, argumentando que ambas están intrínsecamente conectadas en el proceso de toma de decisiones.

Güell explica que, contrariamente a lo que se ha creído durante siglos, las emociones no son un obstáculo para la toma racional de decisiones, sino un componente esencial. Las emociones nos proporcionan información valiosa sobre nuestros valores, preferencias y necesidades, guiando así nuestras elecciones.

Esta visión ha sido ampliamente respaldada por investigaciones neurocientíficas recientes. El neurocientífico Antonio Damasio, citado por Güell en su libro, demostró a través de su "hipótesis del marcador somático" que pacientes con daños en áreas cerebrales relacionadas con las emociones mantenían intactas sus capacidades cognitivas, pero eran incapaces de tomar decisiones efectivas en la vida real.

Un estudio más reciente publicado en 2024 en la revista Asana confirma esta interconexión, señalando que "la facilitación emocional del pensamiento es la habilidad de aprovechar las emociones que percibes —ya sean las propias o las de los demás— para apoyar otros procesos cognitivos como la resolución de problemas o la toma de decisiones".

¿Se pueden educar las emociones?

Güell responde afirmativamente a esta pregunta, dedicando varios capítulos a explicar cómo podemos desarrollar nuestra inteligencia emocional a través del aprendizaje y la práctica. El autor argumenta que, si bien existe una base temperamental innata en nuestra forma de experimentar y expresar emociones, la educación emocional puede modificar significativamente nuestros patrones de respuesta emocional.

El libro ofrece estrategias concretas para desarrollar cada uno de los componentes de la inteligencia emocional: ejercicios de autoobservación para mejorar el autoconocimiento, técnicas de regulación emocional, prácticas para cultivar la empatía, etcétera. Güell enfatiza que este aprendizaje es un proceso continuo que requiere práctica y reflexión.

Las investigaciones recientes confirman esta perspectiva. Un meta-análisis realizado por Quílez-Robres et al. (2023), citado en un estudio de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, analizó 28 investigaciones sobre inteligencia emocional y rendimiento académico, concluyendo que "implementar programas de inteligencia emocional puede mejorar no solo el desarrollo social de los estudiantes, sino también su rendimiento académico", con un efecto significativo moderado (r=0.390).

Estos hallazgos refuerzan la propuesta de Güell sobre la educabilidad de las emociones y su impacto positivo en diversos ámbitos de la vida.

La Inteligencia Emocional en el Siglo XXI: Investigaciones Recientes

Desde la publicación del libro de Manel Güell en 2013, el campo de la inteligencia emocional ha experimentado un desarrollo notable, con investigaciones que han profundizado y ampliado nuestra comprensión de este concepto. Estas investigaciones no solo confirman muchas de las ideas presentadas por Güell, sino que también aportan nuevas perspectivas sobre la importancia de la inteligencia emocional en diversos contextos.

La "Recesión Emocional": Un Fenómeno Global

Un hallazgo particularmente relevante proviene del "Reporte Estado del Corazón 2024" realizado por Six Seconds, una organización dedicada a la investigación y promoción de la inteligencia emocional. Este informe señala que el mundo ha entrado en lo que denominan una "recesión emocional", caracterizada por un bajo bienestar y un alto nivel de agotamiento.

Según este estudio, "las puntuaciones globales de inteligencia emocional han disminuido durante 4 años consecutivos. De 2019 a 2023, las puntuaciones promedio globales de inteligencia emocional disminuyeron un 5.54%". Este fenómeno, comparable a una recesión económica pero en el ámbito emocional, se define como "un período sostenido de agotamiento emocional. Durante este tiempo, las personas experimentan un bienestar emocional reducido, una menor motivación y empatía, y una menor capacidad para afrontar los factores estresantes diarios".

Estos hallazgos subrayan la urgente necesidad de desarrollar la inteligencia emocional en nuestra sociedad, precisamente lo que Güell propone en su libro a través de estrategias y recursos prácticos.

Inteligencia Emocional y Rendimiento Académico

Otra línea de investigación reciente que confirma las tesis de Güell es la que explora la relación entre inteligencia emocional y rendimiento académico. Un estudio realizado en Perú, que revisó 21 artículos sobre este tema publicados entre 2020 y 2023, encontró que "la inteligencia emocional posee un valor predictivo relevante en relación con el rendimiento académico, demostrando un efecto significativo".

Este estudio concluye subrayando "la importancia de implementar programas que fomenten la inteligencia emocional en el ámbito escolar, ya que esto puede contribuir al desarrollo personal de los individuos y, a su vez, mejorar su rendimiento académico", una conclusión que resuena con las propuestas prácticas que Güell ofrece en su libro.

La Brecha de Género en la Inteligencia Emocional

Un hallazgo particularmente interesante del Reporte Estado del Corazón 2024 es la emergencia de una brecha de género en la inteligencia emocional tras la pandemia de COVID-19. Según este informe, "a partir de 2021, la inteligencia emocional y el 75% de las puntuaciones de los factores de éxito en la vida de las mujeres se recuperaron, incluso cuando las puntuaciones de los hombres continuaron disminuyendo durante varios años".

Esta diferencia de género no es abordada específicamente en el libro de Güell, lo que refleja cómo el campo de la inteligencia emocional continúa evolucionando y revelando nuevos patrones y dinámicas.

Inteligencia Emocional y Salud Mental

Un aspecto que Güell trata en su libro y que ha sido confirmado por investigaciones recientes es la relación entre inteligencia emocional y salud mental. Una revisión sistemática publicada en 2022 en la revista Escritos de Psicología analizó las implicaciones de la inteligencia emocional en el contexto clínico, encontrando que "se relacionó de forma positiva con el bienestar, la salud, la calidad de vida, la satisfacción laboral, el liderazgo eficaz y el rendimiento académico, y negativamente con la psicopatología y el burnout".

Esta revisión destaca la necesidad de "focalizar la investigación hacia el análisis de la efectividad del entrenamiento y la formación en Inteligencia Emocional en estos contextos para mejorar el bienestar de las personas", un enfoque práctico que Güell ya anticipaba en su libro al ofrecer estrategias concretas para desarrollar la inteligencia emocional.

Aplicaciones Prácticas: La Inteligencia Emocional en Diversos Contextos

Una de las grandes virtudes del libro de Manel Güell es su enfoque práctico, ofreciendo estrategias y recursos que pueden aplicarse en diversos contextos de la vida. Esta orientación hacia la aplicabilidad es congruente con las investigaciones recientes que han explorado la relevancia de la inteligencia emocional en diferentes ámbitos.

En el Ámbito Laboral

Güell dedica varios capítulos a explicar cómo la inteligencia emocional puede mejorar nuestro desempeño laboral, facilitando la comunicación, el trabajo en equipo, el liderazgo y la gestión del estrés.

Investigaciones recientes confirman esta perspectiva. Un artículo publicado en 2024 en la plataforma TransForma cita a Daniel Goleman identificando 12 competencias de la inteligencia emocional esenciales para el liderazgo efectivo, agrupadas en cuatro áreas: autoconocimiento, autorregulación, conciencia social y gestión de relaciones. Entre estas competencias se encuentran el autoconocimiento emocional, la autorregulación emocional, la positividad, la empatía, la influencia, el coaching, la inspiración y el trabajo en equipo.

Según este artículo, "a diferencia de otros modelos de Inteligencia Emocional, como el de Salovey y Mayer, que se basa exclusivamente en habilidades, el modelo de Goleman combina habilidades y aspectos de personalidad, lo que, en definitiva, lo hace muy atractivo para su aplicación en el entorno de la empresa y del liderazgo".

En la Educación

Otro ámbito en el que Güell explora las aplicaciones de la inteligencia emocional es la educación, argumentando que esta debería ser un componente esencial del currículo escolar.

Esta visión ha sido respaldada por investigaciones recientes. Un estudio publicado en 2023 en la revista CESUMA indica que entre los tipos de inteligencia emocional se encuentra la "inteligencia emocional adaptativa", definida como "la capacidad de adaptarse a situaciones cambiantes y manejar situaciones difíciles", así como la "inteligencia emocional motivacional", entendida como "la capacidad de motivar a uno mismo y a los demás". Ambas son particularmente relevantes en el contexto educativo.

Además, el estudio realizado en Perú sobre inteligencia emocional y rendimiento académico, mencionado anteriormente, aporta evidencia empírica sobre los beneficios de implementar programas de inteligencia emocional en el ámbito escolar.

En la Salud y el Bienestar

Güell también aborda la relación entre inteligencia emocional y bienestar personal, explicando cómo el desarrollo de competencias emocionales puede contribuir a una vida más plena y satisfactoria.

Las investigaciones recientes confirman esta conexión. La revisión sistemática publicada en Escritos de Psicología en 2022 encontró una relación positiva entre inteligencia emocional y bienestar, salud y calidad de vida, y una relación negativa con la psicopatología.

Por otro lado, el Reporte Estado del Corazón 2024 de Six Seconds señala la preocupante disminución en los niveles de bienestar emocional a nivel global, lo que subraya la urgente necesidad de desarrollar competencias emocionales para contrarrestar esta tendencia.

Hacia el Futuro: Desafíos y Oportunidades

Manel Güell concluye su libro con una pregunta abierta: "¿Tengo inteligencia emocional?", invitando al lector a reflexionar sobre su propio desarrollo emocional y a asumir la responsabilidad de su crecimiento en este ámbito.

Esta invitación a la auto-reflexión y al aprendizaje continuo se alinea con las tendencias actuales en la investigación sobre inteligencia emocional, que señalan tanto desafíos como oportunidades para el futuro.

Desafíos

El Reporte Estado del Corazón 2024 identifica varios desafíos significativos, incluyendo la "recesión emocional" global, la crisis de salud mental y emocional que enfrenta la Generación Z, y el aumento del agotamiento en diversos sectores laborales.

Estos desafíos se ven exacerbados por factores como la transición al trabajo híbrido y el auge de la inteligencia artificial, que están transformando rápidamente nuestros entornos laborales y sociales.

Oportunidades

Al mismo tiempo, las investigaciones recientes también señalan importantes oportunidades para el desarrollo de la inteligencia emocional.

Un artículo publicado en 2022 por INTECCA Comunicación destaca que "las investigaciones de Daniel Goleman avalan la teoría sobre la importancia de la gestión emocional en nuestro día a día, aprender a gestionar los estados de ánimo propios y ajenos, nos hacen actuar de manera más inteligente y obtener mejores resultados". Este mismo artículo señala que "se ha llegado a demostrar que la inteligencia emocional puede ser mejor predictor de éxito en el futuro de las personas que el cociente intelectual".

Por otro lado, el incremento en la oferta de programas de formación en inteligencia emocional, como el VII Congreso Internacional de Educación Emocional y Bienestar 2024 mencionado en nuestras fuentes, refleja un creciente reconocimiento de la importancia de desarrollar estas competencias a nivel individual y colectivo.

La Inteligencia Emocional en la Era de la Inteligencia Artificial

Un aspecto emergente que no se aborda en el libro de Güell, dado que fue publicado en 2013, es la relación entre inteligencia emocional e inteligencia artificial.

Un artículo reciente publicado por el Banco Mundial señala que la inteligencia artificial está siendo utilizada para "buscar etiquetas clave y analizar el contenido emocional de los mensajes" en diversos contextos, como los mecanismos de rendición de cuentas. Sin embargo, el artículo también advierte que este uso de la IA "está repleto de riesgos".

Esta intersección entre inteligencia emocional e inteligencia artificial representa un nuevo territorio que probablemente verá desarrollos significativos en los próximos años, reforzando la importancia de desarrollar competencias emocionales humanas en un mundo cada vez más tecnológico.

Conclusión: El Viaje Continúa

Al final de nuestro recorrido por el libro "¿Tengo Inteligencia Emocional?" de Manel Güell y las investigaciones recientes que lo complementan, queda claro que el desarrollo de la inteligencia emocional es un viaje continuo, no un destino que alcanzamos de una vez y para siempre.

Las emociones, como explica Güell, son una parte fundamental de nuestra experiencia humana, no un obstáculo a superar o suprimir. Aprender a reconocerlas, comprenderlas y gestionarlas adecuadamente es una tarea que requiere práctica, reflexión y un compromiso constante con nuestro crecimiento personal.

Las investigaciones recientes confirman la validez y relevancia de esta perspectiva, aportando evidencia empírica sobre los beneficios de desarrollar la inteligencia emocional en diversos contextos: mejora del rendimiento académico y laboral, mayor bienestar personal, mejor salud mental, relaciones interpersonales más satisfactorias, etcétera.

Sin embargo, también nos alertan sobre los desafíos actuales: la "recesión emocional" global, la crisis de salud mental en las generaciones más jóvenes, el aumento del agotamiento en entornos laborales cada vez más exigentes y cambiantes.

Ante estos desafíos, el mensaje de Güell adquiere una nueva urgencia: necesitamos desarrollar nuestra inteligencia emocional no solo como un medio para alcanzar el éxito personal o profesional, sino como una herramienta fundamental para navegar por un mundo cada vez más complejo y en constante cambio.

La pregunta que Güell nos deja al final de su libro —"¿Tengo inteligencia emocional?"— no tiene una respuesta definitiva, porque la inteligencia emocional no es algo que tenemos o no tenemos, sino un conjunto de competencias que podemos desarrollar a lo largo de toda nuestra vida.

Y este, quizás, es el mensaje más inspirador que podemos extraer tanto del libro de Güell como de las investigaciones más recientes: que independientemente de nuestro punto de partida, todos podemos emprender el fascinante viaje del desarrollo emocional, un viaje que nos llevará a una comprensión más profunda de nosotros mismos, de los demás y del mundo que compartimos.

Referencias

  1. Güell Barceló, M. (2013). ¿Tengo inteligencia emocional? Editorial Paidós.

  2. Asana. (2025). La importancia de la inteligencia emocional. Recuperado de https://asana.com/es/resources/emotional-intelligence-skills

  3. Six Seconds. (2024). Reporte Estado del Corazón 2024. Recuperado de https://esp.6seconds.org/ciencia-investigacion/estadodelcorazon/

  4. Escritos de Psicología. (2022). Nuevas tendencias en la investigación de la Inteligencia Emocional. Recuperado de https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1989-38092022000200005

  5. Quílez-Robres et al. (2023). Inteligencia Emocional y Rendimiento Académico en el Perú: Revisión Sistemática Periodo 2020 al 2023 y Meta-Análisis. Recuperado de https://www.researchgate.net/publication/376143245_Inteligencia_Emocional_y_Rendimiento_Academico_en_el_Peru_Revision_Sistematica_Periodo_2020_al_2023_y_Meta-Analisis

  6. CESUMA. (2024). ¿Qué es la inteligencia emocional? Recuperado de https://www.cesuma.mx/blog/que-es-la-inteligencia-emocional.html

  7. TransForma. (2024). Las 12 competencias de la Inteligencia Emocional según Daniel Goleman. Recuperado de https://www.transformapartnering.com/12-competencias-ie-goleman/

  8. INTECCA Comunicación. (2022). Inteligencia Emocional: Claves para potenciarla. Recuperado de https://comunicacion.intecca.uned.es/?p=21584

  9. Banco Mundial. (2024). Los avances de la Inteligencia Artificial al servicio del desarrollo. Recuperado de https://accountability.worldbank.org/es/news/2024/Developing-AI-for-development


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